Hace algún tiempo estaba trabajando las escalas con mis alumnos de 2º de E.S.O. y todo iba a las mil maravillas. Decían que lo entendían perfectamente y que los problemas eran muy fáciles de resolver.
Después de hacer unos cuantos ejercicios y corregirlos todos, les propuse que hiciesen uno que venía en su libro de texto. Pasado un rato en el que estaba observando que uno de los chicos leía y leía pero no escribía nada, le pregunté el motivo.
- No sé por dónde empezar- me dijo.
- Pero si hace un momento me has dicho que lo entendías todo, ¿cuál es el problema?- le dije.
- No me aclaro- añadió.
- Pues es exactamente igual que el que acabamos de corregir, sólo que hemos cambiado un plano por un "callejero"- respondí.
Y ¡SORPRESA!, esta fue su respuesta:
Pues ahí es donde está la cosa, que no entiendo lo que pinta un "indigente" en el problema.
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